La computación cuántica intenta usar la superposición de estados para poder ejecutar más de un cómputo a la vez. Los ordenadores cuánticos varían entre sí dependiendo de la forma en la que se las arreglen para aislar y conducir a los qubits y conseguir que se relacionen sólo cuando nosotros queramos.
Una de las primeras y más prometedoras áreas de aplicación será la química. En una simple molécula de cafeína, el número de estados cuánticos en las moléculas crece sorprendentemente rápido, tan rápido que ni toda la memoria de computación convencional que los científicos pudieran construir podría contenerlo.
Otras aplicaciones son, por ejemplo: medicamentos y materiales, logística y cadena de suministro, servicios financieros, inteligencia artificial , seguridad.
Después de años de esfuerzo, dedicación y vidas perdidas (esto nunca se ha podido demostrar oficialmente) hemos conseguido nuestro prototipo final y funcional. Su comercialización es inminente y pronto estará en todos los órganos administrativos del primer mundo.
Nuestro sistema Turing permite una comunicación directa gracias a los cálculos hechos por su potente condensador de Fluzo. Su eficaz algoritmo mezclado con la computación cúantica le permite mantener diálogos fluidos con personas y máquinas agilizando actividades que hasta ahora eran extremadamente complejas o imposibles.*
Enfrentamos los desafíos más desalentadores del mundo con ideas que cambian el mundo, creando sistemas resistentes y artificialmente inteligentes para un mundo más seguro.
¿Eres tu una mente capaz?